Amanda es adicta a su teléfono celular y
su madre ya ha tenido suficiente.
Después de atraparla enviando una foto
provocadora y atrevida a un chico que apenas la conoce, la madre de Amanda la
envía a la casa de sus abuelos para el verano, sin teléfono celular, laptop ni
iPod.
Amanda piensa que el verano será una tortura sin las redes sociales… es
decir, hasta que conozca al chico de al lado.