Séfora se convirtió en carne de mi carne. Le di
todo lo que estaba en mi mano, sobre todo sabiduría, pues desde la infancia se
mostró más perspicaz y sensata que sus hermanas. Todos la tenía en gran
consideración, sin celos y sin reservas. Por desgracia, Séfora
tiene la piel negra. "¿Cómo iban a reconocer su valía los hombres de
Madián, si sus prejuicios les ciegan más que el sol?" (Jetro,
padre de Séfora, a Moisés) Hace más de tres mil
años, una niña negra es recogida a orillas del mar Rojo. Lleva por nombre Séfora,
pequeño pájaro, y el color de su piel ha decidido ya su futuro: nadie la querrá
por esposa. Sin embargo, un día, cerca de un pozo, un hombre la mira como
a ninguna otra mujer. Su nombre es Moisés y huye de Egipto.
Amante apasionada y esposa generosa, Séfora, la negra, la extranjera, la no-judía, tiene en sus manos el destino de Moisés. Olvidando sus temores y sus dudas, él comprenderá gracias a ella el mensaje de Dios y llevará a la humanidad las leyes que, todavía hoy, protegen a los débiles del poder de los más fuertes.
Amante apasionada y esposa generosa, Séfora, la negra, la extranjera, la no-judía, tiene en sus manos el destino de Moisés. Olvidando sus temores y sus dudas, él comprenderá gracias a ella el mensaje de Dios y llevará a la humanidad las leyes que, todavía hoy, protegen a los débiles del poder de los más fuertes.