Rebeca llevaba toda la vida rodeada de lujo.
Pero ahora eso se acababa y no le quedaba otra opción que hacer lo mismo que
había hecho su madre y su abuela antes que esta, casarse con un
millonario.
Era
una cazafortunas, pero se negaba a compartir su vida con alguien que no le
alterara el corazón.
Por eso Paolo Viotti era perfecto para sus planes.
Inmensamente rico y con una sonrisa irónica que prometía un matrimonio de lo
más interesante.